S.G.R. Distintas Operatorias


Nuestra misiòn

                 Para resolver el financiamiento de la inversión, a la oferta bancaria hay que sumarle “mejoradores”. Sobre todo los avales de las Sociedades de Garantía Recíproca (S.G.R.), un instrumento muy “adecuado, pero poco difundido”.

AVALES PARA MEJORAR CALIFICACIÒN DE LAS PYME

                Según relevamientos oficiales, solo 20% de las pequeñas y medianas empresas conoce el sistema de Sociedades de Garantía Recíproca (S.G.R.) y los que lo conocen, lo utilizan.

                Éste es un instrumento muy adecuado para resolver diversos problemas con los cuales se enfrentan las Pyme a la hora de buscar financiamiento, pero que aún tiene un desarrollo incipiente.

                Uno de ellos es la evaluación de la empresa. La SGR evalúa a la firma en forma integral: ve sus proyectos, su potencial de crecimiento, su posibilidad de repago y en base a este análisis global otorga una garantía, a cambio de una comisión. Este aval puede ser utilizado como garantía por un banco para otorgar un crédito (como garantía preferida A, según la calificación del BCRA) o por el inversor para comprar un título de esta empresa, entre otras aplicaciones.

                En estos casos, se flexibilizan los requerimientos formales, como los impositivos o contables, ya que lo más importante es la capacidad de repago.

                Las sociedades ofrecen diversos productos a sus socios partícipes (las Pyme). Además del asesoramiento y la capacitación, se otorgan garantías financieras, comerciales y técnicas y avales para emitir fideicomisos, operar con leasing o negociar cheques de pago diferido, entre otros.

 

La mayoría de las Pyme financia sus inversiones con capital propio. A los problemas formales se les suma la escasa difusión de instrumentos crediticios.


Instrumentos Financieros

                BANCARIOS: De corto plazo: adelanto en cuenta corriente, descuento de CPD, factoring (compra de facturas). De mediano plazo: leasing (alquiler con opciòn a compra), los màs difundidos son de maquinaria, equipos, vehículos y ahora inmobiliario; financiaciòn de exportaciones; lìneas subsidiadas por organismos oficiales.-

                 MERCADO DE CAPITALES: Corto plazo: negociación de CPD (avalados, patrocinados o directos). Mediano plazo: obligaciones negociables del règimen general o el règimen Pyme, fideicomisos financieros. Largo plazo: colocaciòn de acciones.

                 CRÈDITOS OFICIALES: Bancos pùblicos (Naciòn, BICE) y organismos oficiales como CFI, BID o Sepyme. Las lìneas se canalizan a travès de oficinas en distintos puntos del paìs y en muchos casos mediante bancos pùblicos o privados. Financian inversiòn y exportaciones a mediano plazo, en general con tasas subsidiadas.

Opciones en el Mercado de Capitales

                 Aunque para muchas empresas llegar a la Bolsa parece inalcanzable, hoy hay instrumentos que permiten un camino màs fácil. 

                 En el mercado local, las empresas pueden participar de diversos instrumentos y financiar capital de trabajo o proyectos de inversiòn con una tasa accesible.

                Para el corto plazo (en general, menos de 180 dìas), en forma reciente se comenzò con Bolsas de Comercio de algunas provincias la negociación de cheques de pago diferido (una operación que lleva varios años en Buenos Aires y Rosario con gran crecimiento). 

                Hay tres modalidades: directo (el tenedor del cheque solicita su cotizaciòn en la Bolsa), patrocinado (la empresa emisora pide autorización para negociar los mismos) y avalados (el beneficiario debe ser socio de una SGR autorizada). Èsta es la forma màs sencilla de ingresar a la Bolsa y luego, la empresa puede avanzar en otros instrumentos màs complejos.

                El màs conocido para financiar inversiones es la Obligación Negociable (ON), que tiene un règimen especial para las Pyme. Es una herramienta que fue utilizada por varias empresas, con plazos que rondan los tres años. Se puede empezar con montos pequeños y hacer un plan para otras emisiones, a medida que los inversores conocen la empresa.

                 Ademàs, estàn los fideicomisos financieros, que son útiles en el caso de un grupo de empresas, cadenas de valor o Cluster.


Extremos desencontrados

                 Aunque el problema de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pyme) para obtener financiamiento no es nuevo, en la coyuntura económica actual toma otra dimensión.

                Por un lado, las necesidades de inversión ya no pueden ser cubiertas por fondos propios y las firmas deben recurrir a créditos si quieren seguir expandiendo la producción. En el otro extremo, los bancos tienen liquidez abundante que quieren prestar y organismos oficiales tienen una gran cantidad de líneas que buscan colocar. Sin embargo, y pese a las necesidades de ambas puntas, las Pyme todavía siguen sintiendo que les falta financiamiento y los bancos que les faltan clientes.

                Lo cierto es que no se puede hablar en términos globales del financiamiento para Pyme. Hay líneas, instrumentos y problemas de acceso diferentes, para las distintas necesidades que tienen las empresas. Están las necesidades de corto plazo para cubrir el flujo del negocio, y las inversiones que tienen un retorno en el mediano plazo.-

                Para cubrir el financiamiento del capital de trabajo, los bancos tienen una amplia batería de productos: tarjetas de negocio, descubiertos en cuenta corriente, negociación de cheques de pago diferido, entre otros. En general, este tipo de necesidades está cubierto, aunque todavía hay muchas empresas de menor tamaño que no operan con bancos. Según estudios especializados, 15,1% de las Pyme no está bancarizada y otro 23,5% trabaja con un solo banco.-

                Coincido personalmente que los bancos tienen líneas. El tema es que muchas son para cuestiones específicas, una gran parte de corto plazo y, en general, no se ajustan a las necesidades de las Pyme.-

                El principal problema hoy es el financiamiento de la inversión, a punto tal que el 90% de las inversiones se realizó en 2007 con capital propio. 

                En los años posteriores a la crisis las empresas invirtieron lo que tenían y eso acompañó el crecimiento de estos años. Pero ahora la actividad productiva está llegando a un techo de capacidad y necesita realizar inversiones importantes, para lo cual requiere financiamiento fuera de la empresa.

                Hay muchos escollos para unir la demanda y la oferta de crédito. Por un lado, muchas veces los bancos atienden al sector Pyme con base en su situación financiera, jurìdica o impositiva, y la discusión se sale del proyecto inversión. Además las entidades financieras tienden a estandarizar los créditos y a veces las líneas no se ajustan a las distintas necesidades de las Pyme.

                Por el lado de las empresas muchas firmas no pueden reflejar en los papeles su realidad y los problemas para la presentación de carpetas adecuadas. Como contra, no solo los bancos sino también los organismos oficiales que tienen programas de asistencia financiera, centralizan las decisiones en Buenos Aires. La burocracia y la demora para aprobar las carpetas son una constante en las quejas de las empresas.